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lunes, 27 de mayo de 2019

Viena ciudad imperial


Tras un largo periodo aquí está nuevamente Pintochampion para narrar un nuevo viaje. Esta vez con destino centro-Europa, concretamente a la ciudad de Viena.
Viajamos allí la semana de Pascua, saliendo el lunes por la tarde-noche. El vuelo fue algo movido y en el destino soplaba bastante el viento con lo que el aterrizaje fue algo movidito. Llegamos sobre las 22.50 y entre que salimos y demás del avión nos dieron las 23.00. Cogimos el tren directo a la ciudad y de allí con el metro nos fuimos al hotel a descansar.

El martes madrugamos ya que queríamos aprovechar el tiempo, desayunamos pronto por y para las 8.30 ya estábamos en la calle. Fuimos al centro andando, pasando por Karlsplatz fuimos directos a la Opera. El edificio es bastante chulo por fuera y como teníamos intención de ver una opera después no nos paramos mucho allí. Cogimos rumbo a la Catedral de San esteban. Cogimos la entrada completa e hicimos el recorrido por el interior de la catedral con audio-guía y el recorrido por las Catacumbas. Subimos también a la torre Sur (no merece mucho la pena), muchas escaleras para llegar a una tienda de souvenirs y poco más. Es mejor la torre Norte que aunque esté inacabada las vistas son mejores y encima subes en ascensor. De la catedral nos fuimos al palacio de Hofburg. Recorrimos el interior, le verdad es que el recorrido de Sisi está bastante bien y el palacio es digno de ver. La visita la haces a tu aire y puedes dedicarle el tiempo que quieras nosotros estuvimos algo más de una hora. Al salir fuimos a la siguiente parada la biblioteca Nacional. La verdad es que es digna de ver, se trata de una biblioteca antigua con esculturas y libros bastante antiguos y dignos de ver.  Al salir sobre las 13.30 nos fuimos a comer, como no en un Hard Rock. El día no acompañaba y nos dedicamos por la tarde a ver tienda de souvenirs y a ver la casa de Mozart. Sobre las 17.30 fuimos a la opera a coger las entradas. En uno de los laterales venden entradas sentado, pero son algo caras. Si se quiere como nosotros ahorrar un dinero hay opción de coger entradas de pie por 3-4 euros. Las entradas se cogen en otro lateral de la opera, se aprecia la cola nada más acercarse.  Las entradas son en el llamado “Gallinero” de pie y con mucha gente. La opera es porque ya que estás en Viena para verla, pero entre que los temas son super antiguos y carecen de interés y que es en alemán tampoco motiva mucho. Aguantamos hasta el descanso y de allí fuimos al hotel Sacher a degustar su famosa tarta. Esta buena pero es algo cara la porción. De allí para el hotel a descansar.



El miércoles nuevo madrugón ya que teníamos que coger un tren para dirgirnos a la cercana Bratislava en Eslovaquia. El tren es barato unos 19€ por persona ida y vuelta y tardas 1hora. La ciudad eslovaca, nos es que tenga grandes cosas, recorrimos a pie el camino desde la parada de tren hasta el centro y una vez allí vimos el viejo ayuntamiento, nos hicimos con un mapa en la oficina de turismo y de allí recorrimos las calles buscando las famosas esculturas, entre la que se encuentra con el obrero saliendo de la alcantarilla. Visitamos también la conocida iglesia azul (digna de ver es chula). De allí subimos hasta el castillo donde se observa una buena panorámica de la ciudad y acto seguido fuimos hasta el observatorio en el UFO tower. Una torre con forma de ovni que se encuentra en un puente en medio del Danubio. Las vistas son chulas y una vez allí arriba puedes tomarte algo en su restaurante.  Tras sacar las pertinentes fotos fuimos nuevamente al centro a comer y de allí rumbo al tren  para volver a Viena. Al llegar a Austria, fuimos a ver tiendas de souvenirs y pasamos por el Musikverein, donde cogimos entradas para el día siguiente en el Tour en Inglés. De allí recorrimos a pie el Ring viendo los edificios de las instituciones (ayuntamiento, Parlamento) y diferentes museos. Después nos fuimos a cenar en un local cercano al hotel.



El jueves nuevamente nos levantamos pronto y salimos del hotel sobre las 9.00 para dirigirnos al palacio a comprar una bola de Nieve a la fábrica de bolas que hay en la localidad. Vimos el museo y la tienda y compramos nuestro souvenir. De allí fuimos al palacio de Schobrun donde no estuvimos mucho tiempo ya que no es tan impresionante como parece y había mucha cola (en mi opinión no merece la pena desplazarse hasta allí).De allí fuimos a Karlsplatz enfrente de la iglesia y acto seguido al Musikverein a  hacer el tour y ver entre otras la famosa sala dorada (donde se realiza el concierto de año nuevo). El tour está bastante bien y merece la pena ya que te enseñan las entrañas de un edificio que es digno de ver. Al salir nos fuimos directos hasta Prater donde vimos el parque de atracciones con su impresionante Noria. Comimos allí y dimos una vueltilla. No montamos en nada ya que cada viaje eran 5€ ( y luego nos quejamos de las barracas de Bilbao). Mas tarde nos fuimos a ver las famosas casas de Hundertwassenhaus, que se trata de unas casas pintadas y con un forma peculiar en la que los arboles crecen justo en medio. Ya entrada la tarde nos fuimos de compras y de allí para el hotel a descansar.




El viernes por la mañana aprovechamos para ir hasta la zona de negocios y visitar allí el Danubio Tower, desde donde se tienen unas impresionantes vistas de la ciudad, aunque algo lejanas. Tomamos un café allí mientras daba la vuelta de 360º completa la plataforma. Acto seguido dimos nuevamente un último paseo por el centro antes de recoger las cosas en el hotel y poner rumbo al aeropuerto para dar por finalizadas estas vacaciones por tierras autriacas.


El próximo destino, ya lo tengo en mente ya os contaré que tal.

miércoles, 27 de marzo de 2019

Vuelta a Londres 7 años después

Tras un periodo un poco ajetreado de aquí para allá, estoy de nuevo aquí escribiendo para narrar un nuevo viaje. Esta vez hemos repetido destino, para ya han pasado 7 años desde la última vez que fuimos a la ciudad de Londres. Bien es verdad que ha sido un viaje express pero lo hemos disfrutado.

Salimos de Bilbao el viernes sobre las 20.50 con easyjet rumbo al aeropuerto de Standsted. En el vuelo hubo algún que otro movimiento pero llegamos sin problemas. Tras pasar por el rutinario control de Pasaporte fuimos a coger el Standsted Express para dirigirnos al hotel. El tren que se supone salía cada 15 minutos tardó más de 25 minutos en arrancar desde que nos montamos (ni idea de cuánto tiempo llevaba parado). Con lo que ya de por sí era tarde con lo que se demoró aún más nuestra llegada al hotel. Del tren bajamos en Tottenham Hale y cogimos el metro hasta Russell Square donde teníamos el hotel. Nos alojamos en el Royal National Hotel y la verdad es que fue un poco chasco. Nada más llegar hicimos el check in y nos dieron la habitación 6601 que daba al patio interior. Se oía algo de ruido, pero tampoco le dimos mucha importancia. Pues bien sí que la tuvo y es que había un barullo abajo que no nos dejaba dormir, hasta más allá de las 2 de la mañana estuvieron dando la murga (y eso que llamamos a recepción varias veces).

Nos levantamos el sábado a las 6.30 y tras arreglarnos un poco fuimos a desayunar. Desayuno que venía incluido con el hotel, pero vamos que te lo puedes ahorrar, unas tristes tostadas, un poco de zumo de sobre, algo de leche/café y cereales. Vamos que no había gran variedad que se diga. Acto seguido fuimos a protestar para que nos cambiaran la habitación ya que no se podía dormir en la que estábamos, nos dijeron que lo harían pero que volviésemos a las 14.00. Total que nos fuimos a dar una vuelta por la ciudad. Cogimos el metro hasta Leicester Square y vimos un poco ChinaTown, de allí nos fuimos hasta Picadilly Circus, para tomar rumbo a Trafalgar Square. Desde aquí un breve paso por Buckingham Palace, donde vimos a los típicos guardias. Estaban en el interior y encima el día que fuimos no había cambio de guardia. De allí fuimos hasta Westminster y al famoso Big Ben y el congreso. Estaba todo restaurándose con lo que únicamente pudimos ver el reloj ya que el resto lo tapaban los andamios. La ruta prosiguió con el London Eye y de allí tras cruzar el puente, cogimos el metro hasta la zona de Tower of London. Vimos la torre y cruzamos andando el Tower Bridge. Tras sacar fotos y hacer una paréntesis con un café, pusimos rumbo a nuestra siguiente parada el Shard. Este imponente edificio se alza en medio de Londres y desde su mirador se aprecian unas vistas espectaculares de la ciudad. Bien es verdad que como tuvimos problemas con las entradas por Internet, tuvimos que andar mediando con los trabajadores de allí los cuales finalmente resolvieron nuestro problema y accedimos sin problemas. Subimos primero al piso 72 donde estaba la terraza al aire libre, de allí al 69 donde estaba la otra terraza, esta sí tapada y salida por el piso 68. Estuvimos un rato allí, pero teníamos mucho por recorrer todavía así que nuevamente al metro para ir está vez hasta Abbey Road. Nos sacamos la clásica foto en el paso de Cebra y vimos la tienda de los estudios. Acto seguido volvimos al hotel con previa parada para comer. Nos cambiaron sin problemas la habitación y esta nueva estaba mejor conservada, no tenía goteras y no había ni pizca de ruido. Tras descansar un rato proseguimos nuestra ruta, que nos llevó directamente hasta Harrods, donde estuvimos dando una vueltilla y merendando. Vimos un poco las tiendas de alrededor y de allí dando un paseo por el límite de Hyde Park, paramos en el Hard Rock Café donde cenamos. Nos retiramos al hotel sobre las 23.00 para descansar.



A la mañana siguiente un nuevo madrugón, degustar el “abundante” desayuno y rumbo a King Cross, donde vimos el andén 9 y ¾ de Harry Potter. De allí nos fuimos directos a Candem, donde pasamos la mañana viendo tiendas, disfrutando del ambiente y dando vueltas por este peculiar barrio Londinense. En medio del mercado hay una estatua de Amy WineHouse con la que puedes sacarte una foto. Además de tiendas de lo más variado hay muchas tiendas de segunda mano y de cosas de colección que puedes aprovechar para comprar. Comimos también allí en un puesto en medio del mercado y de la misma vuelta para el hotel para coger la maleta y para casa. No sin antes tener una pequeña Odisea con el tren. Primero no salía desde la parada en la que estábamos, después dio una vuelta enorme y se paró bastantes veces, pero llegamos más o menos justos y cogimos el avión.