Viaje al sur : Benalmádena (1)

Ya estoy aquí de vuelta de mis vacaciones y empiezo con la primera parte del resumen de las mismas. Este septiembre he tomado rumbo al sur, nuestro destino ha sido Benalmádena.

El viernes 13, salimos desde casa del Deivid e Itsaso rumbo a Madrid. Partimos sobre las 17.00 y llegamos a Madrid sobre las 21.00. Luego tras dar unas vueltas por el centro aparcamos enfrente del museo del Prado, justo delante de la pensión que teníamos cogida. Tras coger nuestras maletas, subimos en el pedazo ascensor (viejo y destartalado) y llegamos a la pensión. ¿y cuál fue nuestra sorpresa? que nada mas llegar nuestra reserva no les había llegado. Al principio me sorprendió, pero detrás nuestro llegaron dos clientes mas y sus reservas tampoco las habían recibido, vamos que un desastre con la gestión de reservas. Total que teníamos dos cuartos reservados y al final nos bajaron el precio y por 24 € nos dieron una habitación donde dormimos los 4 juntos. El cuarto era un lujazo, con todos los colchones ahí tirados, un montón de somieres, unas tristes literas y un montón de sabanas que tuvimos que poner nosotros porque ni la cama nos hicieron. Tras la maravillosa experiencia de la pensión, fuimos a tomar unas tapitas al centro de Madrid. Unas mas que ricas tapas en el Quevedo y mas tarde un poco de fiesta por los bares. Sobre las 1.30 fuimos a la pensión a descansar.

El sábado nos levantamos sobre las 7.30, y fuimos a buscar un lugar para desayunar. Como el único que encontramos era muy caro pusimos rumbo al sur. Paramos sobre las 9:00 en un bar de carretera, donde desayunamos un cola-cao con una rica tostada. Tras el paréntesis seguimos rumbo al sur, y tras una nueva parada para echar gasolina, a las 14.00 llegamos al hotel. Nada mas llegar fuimos a comer mientras preparaban la habitación. La comida tampoco estaba tan mal, después de las críticas que habíamos leído nos daba hasta miedo. Mas tarde cogimos los bártulos y subimos a ver el cuarto. Y premio en la pared había dos humedades y los colchones era absorbentes, tocabas fondo con esos muelles que estaban mas que rotos. Al concluir la siesta pasamos la tarde en la playa. A continuación a cenar y para la zona de marcha de la Marina, para visitar el bar de hielo y tomar unos cockteles y para la cama que al día siguientes tocaba madrugar.

El domingo a las 8.00 nos levantamos para ir a desayunar. La verdad es que el desayuno es la mejor comida que tenía el hotel. Acto seguido cogimos el coche y tomamos rumbo a Granada. Tras una hora y media de trayecto y buscar un hueco de aparcamiento, visitamos la catedral de Granada, antes de irnos a tomar unas tapitas en un bar. Tras degustar los aperitivos cogimos un bus que nos subió hasta la Alhambra. Allí dimos con la primera paradoja dentro de Andalucía. Había dos colas, una para los que tenían que comprar la entrada y otra para los que ya compradas tenían que recogerlas o validarlas por algún tipo de descuento. Nuestra cola era la segunda, ya teniamos las entradas pero había que validarlas. Esta cola según indicaba un cartel tenía preferencia. Pues bien la cola de los que tenían entrada iba bastante más rápido que la otra. Nosotros al ver eso se lo indicamos al guarda, que nos contesta que para nuestras entradas hacía falta un programa diferente al de los que tenían que comprarla. Nosotros le indicamos que lo pusiesen en los dos órdenadores que había. Pero decía que como iban a hacer eso, joder pues cerrando una ventana y abriendo otra en la pantalla del ordenador que tampoco es tan difícil. Pero vamos que igual no tienen los conocimientos informáticos para un ejercicio tan complejo. Total que le indicamos que nos dijese donde estaba la prioridad de nuestra cola, y va y nos dice, joe pues que tienen un ordenador para vosotros , ya pero la otra cola también tienen uno para ellos, entonces no hay prioridad!!! Nada que no lo pillaba el tío. Total que tras discutir con el guarda, llegamos a la taquilla y allí la chica tenía una velocidad de escritura de una tecla por minuto, vamos con un dedo y super lenta. Bueno tras nuestra experiencia en la cola entramos al recinto. donde estuvimos 4 horas recorriendo todo empezando por los palacios nazaries y sus jardines, hasta el generalife donde acabamos nuestra visita. Nada mas salir de la Alhambra bajamos al centro donde compramos souvenirs y tomamos unas tapas. Pero nada comparado con nuestra última parada, El cafe bar Borsalino. Un espectáculo en su totalidad. Llegamos y antes de pedir una copa ya nos había puesto una ensalada y un poco de pechuga. Pues bien esto no es nada, pedimos dos rondas y comimos aparte de lo mencionado, un poco de lomo, pan tumaca dos raciones, queso, una tortilla francesa y dos raciones de calamares. Vamos una pedazo de cena por 4 euros. Si pasáis por Granada no dudéis en ir, apuntaros Borsalino. Acto seguido para el hotel a descansar.