Que bien se está sin hacer nada

Llevo ya dos fines de semana en los que llega el lunes y me pregunto, ¿qué he hecho este fin de semana? ¡Nada! Nada de nada. Para muchos consideraran esto como una perdida de tiempo, sin embargo yo no lo veo así. Porque no hacer nada también es importante, una desconexión y un descanso. Será que el tiempo pasa para todos y yo no iba a ser menos.

Hace años los fines de semana se resumían como fiesta el viernes, dormir el sábado (cuando no había competición claro) y fiestón el sábado. Mientras que el domingo era un día que transcurría sin pena ni gloria, ya que te levantabas pasado ya medio día mas bien sobre las 14 horas del día. Y además estabas tan destrozado que para cuando te dabas cuenta ya era la hora de la cena y ale a por otra semana larga hasta el viernes.

Ahora sin embargo,las semanas pasan voladas y llega el fin de semana ¿y qué? pues el viernes cenita y tomar algo como mucho y pronto para casa. Los sábados transcurren en la piscina arbitrando y con una película tranquila y cama. Los domingos pintxos por la mañana y tardes de tranquilidad. ¡Por fin los domingos tienen sentido! Y encima se puede aprovechar el tiempo.

Bueno estos dos fines de semana, he estado algo mas entretenido con alguna chapucilla en casa, piscina los sábados y más chapuzas el domingo. Pero el domingo pasado tocó descansó y mientras estaba tirado en la cama sin hacer nada me dí cuenta, ¡Joe, pues no se esta tan mal!  Si no hice nada pero eso de vez en cuando es una maravilla y además ahora que llega el invierno mejor que mejor.

Los próximos fines de semana tampoco hay grandes planes a la vista así que todo apunta a mas vagueo, con el que coges energías para afrontar las semanas que quedan hasta semana santa.