El lunes nos levantamos pronto, ya que ibamos a ir a ver calas con lo que tocaba salir pronto para coger sitio. Tras desayunar pusimos rumbo a playa, concretamente fuimos a Cala Mitjana. Una calita digna de ver la verdad con agua cristalina y arena fina. El parking estaba arriba y había que caminar un ratillo para llegar a la playa. Unos 10 o 15 minutos. En esta playa vimos alguna que otra medusa en el agua, pero lo mejor era subirse a las rocas y sacar fotos del paisaje. A parte de esta cala también vimos aunque por encima Cala Mijaneta justo al lado.Salimos de la playa sobre las 13.30 y comimos cerca de cala Galdana. Luego dimos vueltas por los chiringos antes de irnos a otra playa. Esta vez fuimos a Cala Macarella, según indicaban una de las playas dignas de ver. Bien es verdad que la habíamos visto en nuestra excursión desde el barco, pero queriamos verla en directo desde la arena. Pero nos costó un rato llegar, casi 3 kilometros andando por el monte y con un montón de escaleras. Indicar que el arenal estaba bien aunque a mi parecer es mas bonita la playa de la mañana. Nos costó algo mas irnos de la playa ya que había una buena caminata de vuelta, pero sobre las 19.00 salimos rumbo al coche. Aún así hicimos un montón de paradas y tardamos un rato en llegar al vehículo.
El martes por la mañana nuevemente fuimos a la playa, esta vez a cala Galdana. Donde dimos paseos, nos tostamos al sol y nos bañamos. A decir verdad apuramos bastante ya que todavía no habíamos comprado nada de los típicos souvenirs y nos esperaban por la tarde. Salimos de la playa a medía mañana e intentamos comer por la zona, pero 13 euros sin incluir bebida nos pareció bastante caro. Con lo que pusimos rumbo al interior de isla y paramos en Ferrerias donde degustamos un rico menú del día por 9€. No hay como huir, de las playas y zonas de alrededor para comer bien y a precio asequible. Por la tarde y para saciar nuestras ansías consumistas paramos en Ciutadella. Dimos una vuelta por el centro de la ciudad, donde compramos diferentes souvenirs incluyendo la típica ensaimada. Destacar entre las compras una colcha para la cama, a un precio bastante más barato que el que los venden aquí. Ya que estabamos por la zona, fuimos a cenar a la zona del puerto de Ciutadella. Cenamos una rica pizza en una terraza con calorcito. Al concluir dimos una vuelta por la ciudad para ver sus vistas nocturnas y rumbo de nuevo al hotel a preparar la maleta
El miércoles por la mañana devolvimos el coche y fuimos a la playa cercana al hotel Admirante Farragut. La verdad es que fue todo un descubrimiento. La playa era pequeñita pero si ibas andando por las rocas llegabas a una zona impresionante para hacer Snorkel, había un motón de peces y estuve un buen rato buceando y viendo peces. En la playa estuvimos hasta las 13.30 porque nos teníamos que duchar y recoger todo, además nos venían a buscar bastante pronto 14.45 cuando el vuelo era a las 18.00 vamos un montón de antelación. Dimos muchas vueltas con el autobus pero aún así llegamos al aeropuerto antes de las 16.00 y nos estaba abierta ni la facturación. Facturamos y a comer antes de coger el vuelo de vuelta a Bilbao y finalizando las vacaciones.
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