Ya estamos aquí de vuelta tras las vacaciones, con un
resumen de las mismas. Este año debido a viajes que tengo previstos más
adelante, nos hemos quedado dentro del territorio nacional. Concretamente hemos
estado en Alcoceber.
A finales de julio emprendimos ruta hacía el Mediterráneo.
Salimos pronto por la mañana con la intención de llegar a comer allí, pero ni
mucho menos fue así. Y es que como es habitual en mi cogí una ruta alternativa
a la inicialmente prevista. Al llegar a
Zaragoza y tras saltarme la salida de Teruel, me adentre por el interior de
tierras mañas, bajando por Alcañiz y justo al lado del Motorland, para aparecer
en Cataluña en plena delta del Ebro. Total que conocimos el interior Teruel y
nos dieron las 14.00, con lo que paramos a comer en un área de servicio antes
de emprender nuevamente ruta hacía el Hotel. Llegamos a nuestro destino sobre
las 16.00, y tras hacer el check-in y dejar las cosas en la habitación, bajamos
a la piscina a aprovechar lo que quedaba de tarde. Tras ocultarse el sol, una
duchita y a dar una vuelta por el pueblo, donde coincidimos con los
preparativos para el Triatlon que cortaron gran parte del paseo, aun así nos
sirvió para localizar la playa y los bares de alrededor. Por la noche a cenar
en el hotel, que nos sorprendió por su variedad (mejillones, langostinos,
emperador, carnes, ensaladas...). Al acabar y debido a que ya estábamos algo
cansados a la cama a descansar.
El domingo por la mañana y sin grandes prisas nos levantamos
a desayunar y coger fuerzas para un entretenido día de playa. Tras coger los
bártulos fuimos al arenal más cercano, donde encontramos un mar algo movido
(tampoco es que hubiese unas olas de 2 metros, simplemente no estaba totalmente
en calma como suele estar el Mediterráneo). Entre baños, paseos y tumbarse se
pasó la mañana y sobre las 13.30 salimos de la playa, para coger el coche y
poner rumbo a la cercana localidad de Peñíscosla. Aparcamos en un parking y fuimos a comer en
un establecimiento cercano a la playa. Al concluir, nos sacamos las fotos de
rigor con el castillo y nuevamente a pegarse la gran panzada en la playa. Esta
si que estaba con un mar plato y que cubría más bien poco. Con lo que pudimos
sacar a relucir nuestro donut hinchable de Coca-Cola, con el cual tirarse en el
mar a flotar (pena que no traiga reposa vasos).
Hizo un día muy bueno y con gran calor hasta las 19.00 momento en el cual huimos de la playa,
dimos una vuelta por los chiringuitos y emprendimos el camino de vuelta a
Alcoceber para ir al hotel a cenar. Tras recuperar fuerzas ingeriendo
alimentos, fuimos a dar una vuelta por la noche y ya de paso aprovechamos para
comernos un rico helado en un establecimiento cercano a la playa. Como tampoco
es que hubiera un paseo kilométrico, volvimos pronto al hotel a descansar.
El lunes un nuevo día de playa nos tocó. Por la mañana tras
desayunar y coger los bártulos pusimos rumbo a vaguear al sol. Una nueva mañana
de bañito, paseo, sol y sombrilla. Hasta que sobre las 14.00 abandonamos la
playa para ir a comer y reposar un poco la comida. Cogimos algo de comer en un
super y comimos en la terraza de la habitación. Y luego un poco de relax para
evitar las horas fuertes del sol hasta que a las 16.30 nuevamente a la playa y
más de lo mismo. La verdad es que el lunes fue un día muy tranquilo con poco
movimiento y descanso como debe ser en vacaciones. Sobre las 19.30 al hotel a ducharse y a
cenar. Y por la noche un nuevo paseo y pronto de vuelta para dormir y afrontar
un nuevo día.
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