Orlando&Riviera Maya (III): Primeros días en México

El miércoles nos tocó madrugar bastante (nos vinieron a buscar a las 6.00 de la mañana) y nos fuimos al aeropuerto para coger un vuelo cortito de dos horas que nos iba a llevar hasta Cancún. Llegamos a México a las 12 de la mañana hora local y nada mas salir allí nos estaban esperando para llevarnos hasta nuestro hotel el Gran Palladium Colonial. La habitación no estaba disponible, con lo que nos fuimos a dar una vueltilla por el hotel y a comer en uno de los Buffet que encontramos. Comimos rodeados de cocodrilos que estaban justo detrás en su jaula. Sobre las 15.00 nos dieron nuestra habitación y nos cambiamos y directos a la playa. La verdad es que la primera impresión no fue muy buena, había muchas algas y  rocas que no permitían pasear muy bien.  Total que no estuvimos mucho rato y nos fuimos a la piscina a refrescarnos. La piscina del hotel es de esas piscinas enormes con un bar al fondo donde te puedes tomar algo. Por la noche y después de ducharse fuimos a probar uno de los restaurantes temáticos, en este caso el mexicano. La comida esta bastante bien, pero ya te puedes armar de paciencia porque el servicio es bastante lento y tardan bastante. Al acabar tomamos algo y a la cama a descansar.

El jueves nos tocaba día de relax, por la mañana desayunamos en el buffet del hotel. El desayuno bastante completo y con gran variedad para elegir, eso sí el aire acondicionado esta quizá demasiado fuerte en el restaurante. Luego un poco de piscina y de playa, la verdad es que en este segundo día había un tractor recogiendo las algas de la playa y estaba bastante mas presentable y agradable. Este día también descubrimos que el hotel cuenta con servicio de fotografos, son unos chicos y chicas que van de blanco muy majos que te dicen si quieres fotos. Las vas acumulando y al final de tus vacaciones puedes optar por coger alguna de ellas (las sacan bastante bien y son muy chulas). Al mediodía nuevamente al buffet, variedad si tiene pero fritanga en su mayoría. El hotel cuenta también con bastantes actividades y entretenimiento por si quieres participar. Por la noche probamos un nuevo restaurante temático, el Tailandes esta vez. No tiene mucha variedad pero está riquísimo y el servicio es bastante rápido (mucho mas que el méxicano del día anterior). Al acabar vimos un poco el espectáculo y a descansar.

Al día siguiente tocaba madrugar y es que a las 7.00 de la mañana venían a buscarnos para llevarnos una excursión. Llegaron tarde sobre las 7.30 y nos llevaron hasta Playa del Carmen donde tuvimos que esperar nuevamente (la verdad es que o te armas de paciencia o te acabas desesperando con los méxicanos). Total que madrugamos mucho pero hasta las 8.30 o más no salimos rumbo a Chitzen Itza que era nuestro destino. Primera paramos en un mercado (una tienda de souvenirs que contaba con un restaurante justo al lado). Vimos los productos y comimos allí mismo antes de salir rumbo a Chitzen Itza. Una vez en el recinto arqueológico, nos pusieron un nuevo guía y nos llevo por los diferentes edificios contando la historia del lugar. La verdad es que fuimos al mediodía y hacía un calor tremendo (si coincide esa hora llevar gorra o algo para la cabeza, repelente para insectos y mucha agua para evitar deshidratarse). El complejo es impresionante y merece la pena la visita, las fotos que puedes sacar son muy chulas y los detalles y estructuras que se encuentran impresionan por como están hechos e incluso por la ubicación y los sonidos que se oyen desde diferentes puntos. Estuvimos allí hasta las 15.30 y de allí nos fuimos a un Cenote donde nos bañamos en ese agua cristalina y pudimos refrescarnos. De cenote vuelta para el hotel. Ducharse y a cenar, nuevamente a un restaurante temático. Fuimos al White Sands y comimos en el español, cuenta con un montón de pintxos y una variedad de platos aceptable para una buena cena. Recomendable también el trato del cocinero que nos trato muy bien haciendo platos especiales para nosotros (Itziar no puede comer ajos).